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Consejos naturales para la astemia primaveral

Consejos naturales para la astemia primaveral

La llegada de la primavera trae consigo cambios que pueden suponer importantes alteraciones para el organismo que reacciona manifestando una sensación de cansancio, agotamiento, somnolencia, falta de motivación, apatía, insomnio e irritabilidad. Es la astenia primaveral, que afecta a casi el 2% de la población y sobre todo a mujeres.

1. ¿Qué es la astenia primaveral? La llegada de la primavera trae consigo cambios de temperatura, de luz, de alimentación… que pueden suponer importantes cambios para el organismo. Ante esta situación, el organismo reacciona manifestando una sensación de cansancio, agotamiento, somnolencia, falta de motivación, apatía, insomnio e irritabilidad. Estos síntomas son característicos de los estados de astenia primaveral que se define como un trastorno de carácter leve que parece deberse a una mala adaptación del organismo a los cambios que tienen lugar con la entrada de la nueva estación.

2. ¿Cuáles son las causas? Aunque existen muchas modalidades de fatiga de mayor o menor intensidad, en el caso de la astenia primaveral suele ser una fatiga de carácter leve, de causas difíciles de concretar y, al parecer, relacionadas con el cambio climático que tiene lugar en esta época del año. La fatiga es una señal del organismo que manifiesta de esta manera la necesidad urgente de reposo, por lo que disminuye la actividad corporal y nos sentimos decaídos, con falta de energía. En el caso de la astenia primaveral, la sensación de fatiga es leve y los síntomas van remitiendo conforme el organismo se adapta a la nueva situación. Si los síntomas persisten durante varios meses y se ven acompañados de otros, conviene consultar al médico por si enmascaran alguna patología de mayor importancia. Según los expertos, la razón de este decaimiento es una disminución notable de los niveles en sangre de unas sustancias denominadas endorfinas. Las endorfinas, conocidas coloquialmente como hormonas de la felicidad o del bienestar, se producen en el cerebro como respuesta a diversos estímulos y son capaces de retrasar la sensación de cansancio y aumentar el umbral del dolor. El porqué las endorfinas disminuyen en sangre puede estar motivado por multitud de causas. La mayoría de las veces estas causas son triviales, pero conviene analizarlas y contrarrestarlas para evitar males mayores. En algunos casos, la fatiga primaveral se ve acentuada en personas que padecen cuadros de ansiedad, depresión nerviosa, estrés o están sometidas a un gran esfuerzo físico o emocional. Una alimentación inadecuada también puede conducir a estados de fatiga o potenciar la fatiga ya existente. 

3. ¿Cuál es el tratamiento más adecuado? No es necesario ningún tipo de tratamiento, la astenia primaveral cede conforme el organismo se va adaptando y esto puede durar unos días o varias semanas. De todas formas, no cabe duda de que el mejor tratamiento sea la prevención y, en este sentido, se aconseja tener un estilo de vida saludable: seguir una dieta equilibrada, respetar los horarios de las comidas, dormir las horas necesarias y hacer ejercicio físico de forma regular. Estos hábitos son fundamentales a la hora de prevenir o combatir este trastorno. Si es necesario, es conveniente cambiar los hábitos cotidianos adoptando otros más saludables que pueden ayudar a hacerla más llevadera. A continuación, se dan algunos consejos que pueden ser útiles.

4. Consejos para sentirte vital 4.1. Cuida tu alimentación La primavera es un buen momento para rediseñar la dieta y aumentar en ella la presencia de cereales, legumbres, frutas y verduras de temporada. Realiza un buen desayuno para afrontar la jornada, una comida fuerte al día y una cena ligera que te ayude a conciliar el sueño. Conseguir los nutrientes necesarios resulta fácil si se escogen bien los alimentos: –        Procura evitar los llamados azúcares rápidos (bollería, repostería, pastelería) y opta por los hidratos de carbono complejos, presentes en cereales, fruta y verdura, que ayudan a mantener estables los niveles de glucosa en sangre. –        Da preferencia a los productos integrales (pan integral, cereales integrales), más ricos en fibra, vitaminas y minerales, como las vitaminas del grupo B y el magnesio, catalogados como nutrientes antifatiga. –        Evita el exceso de grasas saturadas y colesterol y aumenta la presencia en la dieta de ácidos grasos poliinsaturados, como los omega-3, abundantes en el pescado azul y en productos enriquecidos. –        Disfruta de los alimentos de la temporada que invaden en esta época los mercados. Consume siempre que sea posible, los alimentos crudos que te ofrece la estación, a fin de garantizar la ingesta de vitaminas y minerales que se pierden durante los procesos de cocinado. –        Modera el consumo de fritos y comidas muy elaboradas. Limita las salsas y toma platos más ligeros. –        Evita o reduce el consumo de bebidas excitantes como el café (no más de una taza al día), no abuses del té, del alcohol, o de las especias. Una dieta equilibrada te ayudará a mantener un buen tono vital. Sin embargo, en algunas ocasiones es conveniente reforzar la entrada de nutrientes porque la ingesta de los mismos a través de la alimentación resulte inadecuada, o en situaciones de especial desgaste. Cuando la situación lo requiera, y siempre bajo prescripción facultativa, se pueden tomar suplementos vitamínicos o minerales, ricos en vitaminas del complejo B, que participan en los procesos nerviosos; vitamina C, de acción antioxidante, que mejora las defensas; hierro, magnesio, entre otros. Un buen aliado, en estos casos, puede ser complementar la dieta con levadura de cerveza por su riqueza en estos nutrientes.

Hidrátate bien Bebe al menos de litro y medio a dos litros de líquido al día, preferiblemente agua mineral. Esto mantendrá el organismo hidratado, una buena función renal e intestinal y una piel con buen aspecto

. Respira aire puro Aprovecha que el día tiene más horas de luz para dar paseos de forma relajada, en un espacio al aire libre, sin contaminación ni ruidos y disfruta del ambiente. Respira profundamente: llénate de aire, retenlo durante unos segundos y suéltalo lentamente para volver a inspirar lentamente.

Haz ejercicio El ejercicio moderado ayuda a liberar tensiones y predispone el cuerpo para el descanso nocturno. Caminar a buen ritmo durante al menos una media hora, montar en bicicleta, nadar, bailar o practicar yoga o tai chi, pueden ayudarte a mantener tu cuerpo con un buen tono vital.

Respeta tus horas de sueño Cena ligero, al menos dos horas antes de ir a dormir, para que la digestión no interfiera el sueño. Duerme al menos 7 horas. Dormir tiene un efecto reparador sobre el organismo y fortalece el sistema inmune de defensas. Elimina los excitantes a partir de la media tarde y date un baño o ducha para estar más relajado.

Ríete mucho Mantén una actitud positiva y ríete siempre que quieras. La risa es una buena medicina, como han puesto de manifiesto algunos estudios llevados a cabo en las Universidades de Stanford o Maryland, ambas en Estados Unidos. La risa repercute beneficiosamente en nuestra salud física y emocional. Ayuda a liberar tensiones, superar las inquietudes, apacigua los nervios y es excelente para el corazón. La risa hace que el cerebro libere endorfinas y el buen humor facilita el tránsito del estado de vigilia al del sueño.  

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